Siempre me ha dado mucha alegría decir que soy pana de personas a las que admiro. Con Amanda, finalmente llegó esa etapa: somos panas. Fueron muchas las veces en las que ella estaba cantando y yo bailando. Fue inevitable conocernos.
Amanda maravilla con su voz, que es un torrente de sensibilidad y tumba’o caribe. En épocas más recientes, la proximidad geográfica ha fortalecido enormemente nuestra relación de amistad –ambos somos migrantes en Argentina- y ha hecho que mi admiración crezca aún más. Ella se ha dedicado valientemente a continuar con ese legado increíble de su madre, padre, tíos, familia en general; llevando nuestra música –la venezolana- a cada sitio, acá en el sur, en donde quieran escucharla, sin importar el lugar, la gente o las condiciones. Es una labor loable que poco a poco va rindiendo frutos.
Esas actividades, la ayudaron a establecer distintas conexiones en el ámbito local, logrando realizar colaboraciones con bandas argentinas, siendo la más famosa, el tema grabado con “Lo Pibitos”: “En Espiral” –vayan a escucharlo en todas las plataformas-, en donde igual se nota esa influencia afrovenezolana en el devenir artístico de Amanda.
2 Comments
Yoxelin Rivas
Gracias por todas las recomendaciones que nos haces en el desarrollo del artículo.
natacha Aldana
Super… gracias por las recomendaciones, ya voy a buscar el disco para disfrutarlo e incluirlo en mi Playlist